La fotografía es para el cine lo que la línea para el dibujo.

Es esa huella personal de la que habló John Berger, una que no existe en la naturaleza y que sin un objetivo claro, carece de un significado determinado

En mi práctica como productor audiovisual, la fotografía no es un complemento, sino el núcleo desde donde se expande mi curiosidad por lo multidisciplinario y la experimentación con luces, texturas y perspectivas.

Cada fotograma es una decisión, un instante congelado de lo que luego se transforma en la narrativa; sin embargo, siento esa necesidad por regresar al origen, al acto íntimo que Berger describe como un “mapa del amor”, la fotografía.